Analizando los efectos neurológicos de los discursos presidenciales en la franja más lumpen de la Clase Media Argenta, y el desaforo descontrolado de ira, provocadora de cuanto insulto o gesto obsceno, se hace evidente que el consumo ha evolucionado en vicio y los efectos son similares a los de la abstinencia del alcohol, drogas, cigarrillo, juego, etc.
El tema es que el mismo vicio, bloquea las capacidades de discernimiento y lógica. Por fuera de poder o no estar de acuerdo con las medidas de gobierno, las reacciones que comento dejan evidencia de la incapacidad del desarrollo del pensamiento y esos efectos son fácilmente identificables como síntomas de enfermedades neurológicas producidas por la abstinencia viciosa.
Era una obviedad que la implantación de complejos a la personalidad con imágenes frívolas como de supremacía y usando sentimientos como la envidia como canalizador, desarrollaría en las sociedades tarde o temprano un enviciamiento cognitivo colectivo imposible de canalizar.
Ergo, recomendamos la urgente creación de entidades de ayuda sicológica con denominaciones onda “Consumidores Anónimos”.
El tema es que conociendo a muchos sicólogos, no sé cuantos estarán disponibles para poder desarrollar la ayuda necesaria.
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