Kakistocracias. Corrupción intelectual. El ejercito profesional.

Estudiar cualquier formato de acción delictiva alcanza, aun las relacionadas con violencia familiar y de género…., para encontrar implicaciones directas o formas de encubrimiento…, de funcionarios del Poder Judicial aun los profesionales encargados de sus peritajes y las fuerzas de seguridad.
Cuando aparece muerto o desaparece un pibe “chorro”, casualmente este se había negado a robar para integrantes de las... fuerzas policiales…..y esto es solo un mínimo ejemplo.
También casualmente, los que si aceptan salir de “caño” no mueren ni desaparecen.
Cuando se observan las cadenas de relación…, lleva directamente a Fiscales y Jueces que recurren asidamente a los servicios de a quienes se los sindica.
Es obvio llegar a la conclusión que la respuesta final decanta generación tras generación, en las diferentes formas de la Anarquía Social, como respuesta.
Y en esa respuesta, se comienzan a entender defensas disfrazadas de razonables como la que se expone para justificar al Fiscal Nisman y su evidente corrupción moral, intelectual e ideológica…., con la calificación final de Traidor a la Patria casi como una obviedad. Sin embargo, la parte mas relacionada y copada por estas formas de la deformación y discapacidad cognitiva…, tratando de distraer la atención dispara frases como “la vida privada no tiene nada que ver” o pavadas por el estilo.
Y que contestar ante un argumento vacío de contenido…, si un argumento así inhibe cualquier intento de razonamiento…, sencillamente porque del otro lado no hay respuesta.
La Corte Suprema de la Nación…, es en estos contextos históricos…, una forma de cuadro de honor e integrar los abanderados de las deformaciones ideológicas, morales e intelectuales que se deben exigir para llegar a los cargos mas altos del espectro.
Y Fayt es solo un mínimo exponente. Solo la punta de un iceberg inmenso…, pero que finalmente también logra poner en evidencia, a que niveles de esa deformación cognitiva se esta llegando.
Un señor que por fuera de su cargo, no podría decidir necrológicamente, cuantas cucharitas de azúcar ponerle a su té…, defendido por el sistema desde la composición corporativa que expone esta corrupción intelectual que arrastra desde hace muchas décadas.