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lunes, 21 de julio de 2014

Kakistocracias. y ...el otro tiene la culpa....!!!

La responsabilidad de otorgarle el gobierno a los peores, es también ser parte de esa franja.

Kakistocracia, significa “gobierno de los peores” y por carácter transitivo, el peor debe de ser el mejor de los peores. O sea, el mejor de “nosotros”.

El turismo bastardeado, abusado y estafado sin minimos controles, Alpesca, Harengus, Reina Mora, Moliendas, Piedra Purpura, Conarpesa, Benítez, Servicoop, el transito, el estacionamiento, las calles imposibles para circular y destruidas, los negociados con las tierras o con los negocios que funcionan pagando “cuotas”, la Justicia tan inútil como inoperante, la carga impositiva descontrolada, la contaminación mortal que producen alguna empresas y los peritos pagos para negarla, los cargamentos de droga sin dueño y la Justicia solicitando extradiciones mentirosas, etc…., todo parte de un mismo paquete.

La notable incapacidad del desarrollo de las funciones profesionales en general, en la zona, siempre fue evidente y extrema.

Las empresas periodísticas que son más empresas que “periodísticas” y sus soldados, siempre listos para asistir a los intereses de los grupos empresarios, antes que al compromiso por anoticiar la verdad.

Quien no lo sabe, aun haciéndose el desentendido, que ante requerimientos médicos “Dios, atiende en Bs.As.”. Si un vehículo debería de quedar mínimamente funcional, es mayor seguridad llevarlo a reparar hasta donde se pueda. Que los vicios ocultos en las construcciones, no son tan ocultos. Que se disponen cargos de extrema responsabilidad y entidad, como Jueces por ejemplo, a personajes para “sacárselos de encima” y la evidencia de que no solo no detentan condiciones profesionales, sino hasta neurológicas, es vox populi.

Y en función de una relación directa,..... entrevistarse con los leguleyos locales, para notar que además de no tener nociones básicas sobre leyes simples y los alcances constitucionales, siquiera entienden la concepción humana, y no mercantil de la profesión.

Ahora, cuando todas las carencias que la región evidencia, son extrapoladas a las funciones de dirigencia. Tanto funciones públicas como privadas, es ahí donde la anarquía se torna una realidad descontrolada.

Nuestros dirigentes político sociales no son elevados a esos lugares para el desarrollo de sus capacidades en función del servicio social. Y esto se expresa por fuera simpatías políticas y partidarias.

Pero, basta evaluar la extracción “empresarial” de donde surgen y el grado de limitaciones cognitivas que evidencian, para entender los porqués de tanta limitación al momento de anticipar futuros inconvenientes, corregir los mandos cuando una crisis está desarrollándose y encontrar las formas de manejarlas con el mejor destino posible.

Ningún empresario en la zona fue desarrollado en la adquisición de conocimientos y la práctica que lo lleve a efectuar tareas de administración y dirección. Los empresarios locales se desarrollaron a partir de ser “garcas” y las transas del tráfico de influencias y sus prebendas.

Eso también inhibe la capacidad de desarrollar las habilidades para la administración y por supuesto, la experiencia. Porque desarrollándote en la transa, tapas los inconvenientes que puedan surgir con plata, no con el uso de la “materia gris”. Eso explicaría el porqué recurrir maniáticamente a los impuestos, ordenanzas que plantean cargos en los servicios, tasas, etc.

No saben administrar, no entienden la mecánica del conflicto. No se les cae una idea que no sea “recaudar” y es por eso que caen en ello como un brote pandemico. Y agrego que, hasta varios de nuestros representantes en el Consejo, evidencian carencias culturales importantes. Seguro que esas carencias no los convierte en malas personas, pero si en incapaces para desarrollar la tarea para la cual se postularon.

Entonces, y como conclusión. Esperar un rapido cambio y por generación espontanea es tan ilógico, como pretender que la gente de repente sea poseída por una oleada iluminación desde el sentido común. Amén de que un corte de ruta o un neumático en llamas, seguramente tampoco podrá lograrlo.

Intentar un cambio, seguramente será trabajoso, lento y llevara tiempo. Pero también debe ser desde uno mismo. Y el porqué es fácil de entender. Si no entendemos que debemos cambiar la forma de otorgarles la responsabilidad sobre nuestras vidas a personajes que adolecen de carencias éticas. Y si hacemos eso, es porque sin dudas, también las carecemos nosotros.

Quien cree que ser un “garca” es ser un vivo y un ganador, es tan responsable de lo que pasa como el garca. Quien se victimiza culpando y apuntando con el dedo diciendo “chorros…, ladrones….!!!” , sin mediar una autocritica primero, es porque por fuera de haber logrado subirse al tren, es ideológicamente tan “chorro” como los “chorros”.

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