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martes, 9 de septiembre de 2014

Kakistocracias. Pestilencias neurológicas. Amor, parejas, familias.


Las parejas de extracción ideológica machista son bastante fáciles de descubrir.

Ella, expresa una mirada sufrida. La de él, en cambio es de frustración. Las dos son disparadas por el mismo principio. Los complejos y el mismo generador, aunque con diferentes formateos de acuerdo al sexo, en función de la programación que propone la educación del sistema Capitalista como estructuración social.

En varias décadas de observación, es proporcional la acentuación de esas miradas, tan proporcional, como las de soberbia a caballo de los logros que el sistema propone como metro patrón.

La conclusión que decanta es que la lógica determina la siembra de infelicidad…., y esa infelicidad, una eterna sensación de frustración que se carga desde el sentir que algo nunca esta como debería, en las vidas fundadas en un materialismo frívolo.

PD: en charlas sobre el tema, la requisitoria siempre cae en cosas como que décadas atrás, las sociedades eran de una evidencia mucho más machistas y se suponen menos sufridas. La rápida observación es que hoy los medios masivos y la exaltación de lo material como un fin en sí mismo, programan la envidia con diferentes mensajes subliminales desde los nacimientos mismos. Basta con evaluar los canales de entretenimiento infantil, aun para los más chicos. Esa programación de envidia como meta mensaje, decanta en la deformación sicológica hacia los complejos.

PD2: también parece hacerse evidente que se invierten los efectos, de estar invertida la relación de preponderancia social de ocupación de puestos y su margen de ingresos económicos.



 

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