Las parejas
de extracción ideológica machista son bastante fáciles de descubrir.
Ella,
expresa una mirada sufrida. La de él, en cambio es de frustración. Las dos son
disparadas por el mismo principio. Los complejos y el mismo generador, aunque
con diferentes formateos de acuerdo al sexo, en función de la programación que
propone la educación del sistema Capitalista como estructuración social.
En varias décadas
de observación, es proporcional la acentuación de esas miradas, tan
proporcional, como las de soberbia a caballo de los logros que el sistema
propone como metro patrón.
La conclusión
que decanta es que la lógica determina la siembra de infelicidad…., y esa
infelicidad, una eterna sensación de frustración que se carga desde el sentir
que algo nunca esta como debería, en las vidas fundadas en un materialismo frívolo.
PD: en
charlas sobre el tema, la requisitoria siempre cae en cosas como que décadas atrás,
las sociedades eran de una evidencia mucho más machistas y se suponen menos
sufridas. La rápida observación es que hoy los medios masivos y la exaltación de
lo material como un fin en sí mismo, programan la envidia con diferentes
mensajes subliminales desde los nacimientos mismos. Basta con evaluar los
canales de entretenimiento infantil, aun para los más chicos. Esa programación de
envidia como meta mensaje, decanta en la deformación sicológica hacia los
complejos.
PD2: también
parece hacerse evidente que se invierten los efectos, de estar invertida la relación
de preponderancia social de ocupación de puestos y su margen de ingresos económicos.
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